Las consecuencias de la Obesidad Infantil son algo tan malo para ellos como para la salud pública.
En los últimos 20 años, ha habido un significativo aumento del número de niños, adolescentes y adultos diagnosticados con Sobrepeso u Obesidad. Hace unos años éste tan sólo era un problema que afectaba a personas adultas pero su incidencia es cada vez mayor entre la población infantil y éste es un tema que preocupa a la sociedad en general y a los Médicos Especialistas.
Una dieta saludable, junto con una actividad física regular, de al menos 45-60 minutos al día, durante la niñez, pueden ayudar a conservar un peso saludable durante toda la vida. Por el contrario, la ausencia de hábitos saludables en la alimentación y de ejercicio físico pueden llegar a llevar a un niño a sufrir Sobrepeso u Obesidad con diversas consecuencias en la edad adulta, primordialmente para su salud.
Tabla de Contenidos
Las consecuencias de la Obesidad Infantil, fruto de la acumulación de grasa en el organismo, son preocupantes y comprometen la salud de los niños. Su inicio en la etapa infantil puede intensificarse durante toda la vida. Actualmente, puede diagnosticarse en una edad muy temprana para poderse tratar y conseguir los resultados deseados.
La Obesidad y el Sobrepeso, además de consecuencias físicas, también pueden ocasionar problemas psicológicos en los niños.
El exceso de carga en los huesos, puede afectar al crecimiento de los propios huesos y los músculos, originando deformación, dolor y una movilidad reducida limitada para toda la vida, lo que conlleva a una disminución de calidad de vida.
Baja autoestima a causa de las bromas, la intimidación o el rechazo por parte de sus iguales.
Marginación, aislamiento social por su aspecto físico.
Trastornos alimenticios como la Bulimia o la Anorexia.
Cuando la Obesidad se manifiesta durante la infancia y persiste en la adolescencia sin ser tratada a tiempo, es muy probable que se arrastre hasta la edad adulta. Por ello es fundamental un diagnóstico precoz con un Médico Especialista.
Es muy importante la detección temprana y el análisis del paciente y su entorno para determinar rápidamente el tipo de tratamiento que debe seguir. En edades tempranas el principio de educación-reeducación de hábitos saludables y nutricionales a través de un proceso multidisciplinario es aún más significativo, si cabe, ya que el aprendizaje de adquisición de nuevas rutinas y experiencias saludables y su afianzamiento es más fácil en un menor.
Cómo Combatir la Obesidad Infantil
Para conseguirlo, no sólo participará en este proceso de aprendizaje el propio paciente, sino que es fundamental la implicación de los familiares cercanos para adquirir también la información necesaria y ayudar al menor a aplicarla correctamente.